El tenedor es un utensilio de cocina, para el servicio o para la mesa. Tiene forma de horquilla con dos, tres o cuatro dientes. Los primeros tenedores eran considerados una joya de orfebrería, podían tener el mango plegable y se guardaban en un estuche. Hoy los vamos a reciclar.
En 1547, Enrique III de Francia descubrió en Venecia que la
familia real utilizaba un tenedor de dos dientes, le pareció un
instrumento cómodo para llevarse los alimentos a la boca, para comer sin
mancharse las altas gorgueras almidonadas que estaban de moda en aquella
época.
Poco a poco, los tenedores fueron ganando protagonismo y dientes, fueron
aceptados y pasaron a tener tres y más tarde, cuatro dientes. En España,
se empieza a generalizar el uso a principios del siglo XIX.
La primera fábrica de tenedores se instaló en Barcelona.
La primera fábrica de tenedores se instaló en Barcelona.
Tenemos varios tamaños: tenedor de pescado, carne y pequeño para pasteles. Suelen ser de metal. También existen con forma especial destinados a un empleo concreto, tenedores para caracoles, para ostras, para mariscos o para fondue.
Pues empezamos, con una idea para sujetar la servilleta.
Navegando por Internet observamos la creatividad que
tiene la gente al darle a los objetos una segunda oportunidad y función totalmente diferente de lo que fueron en el origen.
Mirad estos tiradores de muebles de cocina.
Mirad estos tiradores de muebles de cocina.
Materiales:
Cubiertos.
Tabla de madera.
Adhesivo.
Ganchos para colgar.
Pintura acrílica.
Pincel.
Lija.
Comienza doblando los cubiertos para formar ganchos para colgar. Para ello
toma uno a uno los cubiertos, colócalos sobre una pieza redonda y
presiónalos en torno a ella para hacer la forma.
El paso
siguiente es lijar la tabla de madera para alisar la superficie, quitarle el
polvillo con un pincel seco y darle dos manos de pintura acrílica del color que prefieras, dejando secar bien entre una mano y otra. Sí lo deseas puedes dejar la tabla del color natural y para ello sólo tienes que
lijarla y pintarla con barniz, laca o cera.
Fija los ganchos para colgar en la parte trasera de la tabla.
Este tipo de
ganchos pequeños son los que sujetarán la madera a la pared; incluso sí haces
un perchero con sólo un cubierto es mejor colocar dos ganchos para pared, uno a
cada lado.
Fíjalos con clavos o tornillos, dependiendo del tipo de
gancho.
El último paso es adherir los cubiertos doblados a la tabla de madera. Pon
pegamento sobre el cubierto y luego pégalo en la tabla de forma centrada.
Hecho esto, deja secar el pegamento y ya puedes colgar tu nuevo perchero hecho
con cubiertos.
O colgarlos directamente a la pared.
Laboriosos, pero mirad qué lámpara.
Un bonito y curioso portarretrato.
Sí sois más habilidosas podéis haceros joyas como estas con la cubertería de plata de la abuela.
Y para finalizar, con un portavelas os decimos hasta la próxima.