En 1995, la ciudad de Kobe fue golpeado por uno de los terremotos más devastadores de la historia de Japón. Entre las ciudades más importantes, Kobe era el más cercano al epicentro, así que experimentó el mayor daño tanto en infraestructura como en pérdida de vidas humanas. Desde entonces se rinde un sentido homenaje a las miles de personas que perdieron la vida y se busca dar esperanza a los ciudadanos supervivientes con el Kobe Luminarie ( 神戸ルミナリエ), un festival de luz que se celebra cada mes de diciembre.
Después del terremoto, la ciudad de Kobe quedó sin ninguna luz y se hundió en la más completa oscuridad, lo que fue como un símbolo de la desolación. Por ello, el Luminarie primero estaba destinado a iluminar la ciudad y dar a la gente de Kobe esperanzas y la seguridad de que su ciudad volvería a su estado original.
Las luces para el festival de Kobe fueron donadas por el gobierno italiano y la instalación es obra del diseñador italiano Valerio Festi y el diseñador más famoso de la propia ciudad de Kobe, Hirokazu Imaoka. Aunque no comenzó con la pretensión de convertirse en un evento anual, resultó ser tan popular, el ayuntamiento de la ciudad no tuvo más remedio que instaurarlo como tradición desde entonces.
Más de tres millones de personas acuden en masa a presenciar en Kobe fiesta más espectacular del país de las luces durante aproximadamente dos semanas cada mes de diciembre. Como dato curioso, cada una de las luces está pintado a mano. Este año, el evento se llevará a cabo durante 12 días a partir de 6 dic-17 dic. Esto, junto con el túnel de luces en Nabana no Sato, hace que la temporada de invierno sea una de las más interesantes para visitar Japón.