A menudo nos encontramos en busca de inspiración para valorar las cosas
hechas a mano. Las cajas de frutas abandonadas en los contenedores de los mercados ¡Tienen mucha utilidad!
Podemos reutilizarlas con ideas baratas, novedosas, muy sencillas de realizar y
ecológicas, ya que para su creación vamos a reutilizar las cajas de frutas que
normalmente se tiran.
Lijamos todo el cajón por dentro y por fuera, primero con la
lija gruesa para sacar todas las imperfecciones y rebabas y luego con la lija
fina para suavizar todas las superficies y que no quede áspero. Sacamos todos
los clavos salidos que pueda haber. Nos servirá para organizar y mantener todo en perfecto estado.
Una pequeña estantería con ruedas para cualquier rincón del salón.
Según su uso y colocación, optaremos por unos
estilismos u otros. Se pueden colocar en el suelo, decorando una pared, formando
una estructura, de librería, etc.
Una buena opción para distinguir unas cajas de otras es identificarlas con el nombre de su contenido interior, ya sea impreso o con pegatinas, así lo tendremos todo más planificado y más fácil para encontrar lo que buscamos.
Las podemos dejar en su formato y color original, en madera o plástico, logrando un efecto industrial y retro o bien decantarnos por pintarlas en colores que combinen con el resto de la decoración que les rodee o forrarlas con telas u otros materiales de cuidados diseños y/o texturas agradables.
Para darle un efecto
bohemio le damos una base de gueso, un texturizador que se usa como imprimación y
que es muy espeso (en Leroy Merlín o tiendas especializadas en pinturas).
Impregnar con muy poca cantidad dando brochazos cortos sin presionar y a parches
(sin cubrir todo el cajón). Dejar secar.
Con cera para suelos incolora (tipo de la marca Alex que
encontarás en cualquier súper) y betún de judea (en tiendas de manualidades y en
algunas papelerías). Añadir un chorrito de betún de judea (cantidad según quieras de oscuro el
envejecimiento de los cajones de madera) a la cera incolora. Mezclar bien y
embadurnar con una brocha las cajas. Dejar secar unos 10 minutos (según
temperatura ambiente). Frotar suavemente con un paño retirando el exceso de
cera tintada. Dejar secar y con cuatro cajas hacemos la mesa.
Sí deseamos algún color en especial, pintamos del color base que queramos, en terminación mate o brillo.
Y una vez secas hacemos las
decoraciones y dibujos, por ejemplo, un corazón para la caja donde duerme el gato. Podemos usar un estencil y luego barnizar.
¿Por qué no utilizarlas como revistero?
Necesitaremos:
2 cajas de frutas. Alicates muy finos, martillo y pistola de
silicona. Pintura acrílica al agua, lija y protector de pintura. 1 bote de pintura en spray y una plantilla de fabricación
casera para plasmar la palabra o frase que se quiera.
Todas las alternativas que se os ocurran serán una
brillante idea para poder guardar infinidad de cosas que nunca sabemos muy bien
dónde meter y que por lo general, necesitamos tener a mano.
Según su tamaño, las utilizaréis más cómodamente para
unos cosas u otras e incluso combinarlas puede ser todo un acierto, tanto en
diferentes materiales como dimensiones.
En jardinería nos da varias alternativas.
En un rincón del jardín.
Poner varias macetas en el interior.
¿A que os parece sencillo que un elemento tan simple pueda dar lugar a tantas y tan
variadas alternativas de almacenaje?