1000 grullas de papel se convirtieron en símbolo
de la paz mundial a través de la historia de Sadako Sosaki, una niña
que con 11 años, contrajo leucemia a causa de la bomba nuclear lanzada en Hiroshima.
La mejor amiga que tenía Sadako, Chizuko Hamamoto, le
recordó una vieja tradición sobre alguien que realizó mil grullas en origami y
después de ello le fue concedido un deseo por los dioses. Así, Chizuko le regaló
una grulla que realizó con sus propias manos en papel dorado y le dijo:
"Aquí
tienes tu primera grulla"
Coloquemos en casa unas grullas, para acordarnos cuando las
veamos lo afortunadas que somos, de las gracias que deberíamos dar cada día.
El material, como veréis, es fácil de encontrar. Sólo necesitamos hojas de papel de distintos colores (de las cuales utilizaremos trozos cuadrados) para las grullas, hilo de algodón blanco junto con chinchetas blancas, para colgarlas. Además, para conseguir que el hilo atraviese la grulla, es útil tener un trozo de alambre o aguja larga.
En este proyecto, se realizaron unas 80 grullas de papel que
se colgaron, una a una, individualmente. A cada grulla se le practicó un nudo
justo debajo, para que no cayera, y otro nudo en el otro extremo del hilo, para
poder sujetarla de la chincheta.
Como un adorno en la pared o como un centro.
La rama de un árbol, de preferencia, lo más seca posible.
Pegamento.
Gancho para fijar en la pared.
Instrucciones:
- Confeccionar grullas con el papel de colores en diferentes tamaños.
- Ordenarlas en la rama según su color, de manera que sigan el patrón de los colores del arcoíris y fijarlas con pegamento.
- Fijar la rama en la pared que desees adornar o en el centro de la mesa.
Otra idea genial, ya que hemos fabricado muchas grullas, es pegarlas en tarjetas de acomodación para los eventos.