Sí vais a ir o estáis por Barcelona unos días, sí podéis no dejéis de visitar estos dos restaurantes, diferentes a los que estamos acostumbrados a ver. Otra manera de entender la restauración.
Para sentirte a gusto, como en casa, entre amigos.
Club Mutis
Ssshhhsss....Mutis no existe, dice no ser un restaurante, no es un reservado ni es el comedor privado de otro establecimiento, no tiene teléfono de reserva ni es un local abierto al público y sobre todo, no aspira a ser conocido.
Es un lugar secreto que más parece el salón de una casa particular que un establecimiento. Sólo los buenos conocedores de la noche barcelonesa saben que sí existe, pero no todos han traspasado sus puertas.
Hay que tener una reserva personalizada a través del dueño y a veces contraseña.
Su propietario lo gestiona con la firme convicción de no darlo a conocer, de mantenerlo en secreto. Su logo, el silencio, es una orden directa a clientes y curiosos, aquí impera un código no escrito de silencio, secretismo y exclusividad que pretende obligar a los socios a no desvelar ni la dirección de Club Mutis, ni el número de contacto, ni los detalles personales que le rodean.
Pero el boca a boca funciona...
El Mutis es un club en el que sólo se entra sí su dueño, Kim Díaz, lo juzga oportuno, selecciona mucho a sus socios creando así un ambiente de absoluta privacidad para una élite de noctámbulos, entre los que se encuentran poetas, financieros, actores, políticos, abogados y gente brillante de cualquier ámbito social. La forma más común de ingreso es a través de otro socio o probando suerte y preguntando a un camarero después de una cena espléndida en el Bar Mut, uno de los restaurantes más cool de Barcelona y del que Robert de Niro quiso llevarse una franquicia a Manhattan.
En el local, un piso sobre el Bar Mut y al que se accede tras dos filtros personales y colocando el pulgar en un panel electrónico. Podrá degustar una excelente comida, a precios elevados, una cuidada coctelería y además, una buena selección de música de los 80 y música en vivo mientras se disfruta de veladas y sobremesas. Kim Díaz se pasea entre las mesas ejerciendo de maestro de ceremonias y suele recordarles que están en su casa y él es el anfitrión.
Como compañeros de cena podéis encontraros a cualquiera que tenga la suerte de haber sido invitado por un socio o alguien que ya conozca el secreto de este restaurante clandestino. Puedes tener la suerte de compartir Mutis con Robert de Niro, Russell Crowe, Woody Allen, Javier Bardem, los Tricicle, Pau Donés o Macaco y ver cómo se arrancan a tocar y a cantar allí en directo para sorpresa de todos. Increíble. Como Kim dice "esta es mi casa y aquí a veces ocurren cosas mágicas".
El decorado te cautiva desde el primer
momento, claramente no estamos cenando en un restaurante cualquiera,
parece que nos hemos metido en una escena de Burlesque, mezcla de salón burgués y de club de la II Guerra Mundial. Las paredes y
el techo pintados en oro, el piano blanco, la bola de espejos al más
puro estilo disco de los 80, los sofás Chester y las sillas de
terciopelo, la barra y taburetes rescatados de un cabaret berlinés, todo tiene algo especial.
Cenar en Mutis no se parece a ninguna otra experiencia. Busquen algún conocido que sea socio de Mutis y afánense en convencerle de llevarles a comer o cenar. Ya saben, basta que algo o alguien se nos resista para que ejerza sobre nosotros mayor fascinación e irresistible atracción.
Isabella's Bar-Restaurante
Isabella's en Barcelona, es un paraíso para los amantes del mobiliario vintage en el que podrán disfrutar de un ambiente verdaderamente único. Todo un templo de lo retro que merece la pena ser visitado.
Es el resultado de la ilusión de un grupo de amigos que ha conseguido crear un local en la parte alta de Barcelona. Con una cocina sencilla y de mercado, pero de marcada influencia italiana.
La decoración está cuidada al detalle, es acogedora, muy casera e invita a disfrutar del entorno: mesas y sillas años 60, velas y candelabros, manteles de lino, jarrones antiguos con rosas, cortinas de terciopelo y cojines de seda que junto al envejecido aportan mucha calidez a la atmósfera del local.
Han creado un punto de encuentro para que clientes y amigos se sientan como en casa, donde son atendidos con simpatía y amabilidad consiguiendo un ambiente único, distinto y original. Jugadores del Barça son asiduos al local.
No hay horarios, ni dobles turnos, ni prisas, sino un espacio donde poder conversar y disfrutar. Es uno de esos locales que invitan a la sobremesa y charla distendida.
Afuera disponen de una amplia terraza donde se sorprende al cliente con detalles como plantas aromáticas en las mesas, mobiliario de hierro y madera, o mantas y cojines para los días de frío. Te sentirás como sí estuvieras en la casa del campo de tus abuelos, muy a gusto y confortada.
Isabella's Bar-Restaurante
C/ Ganduxer, 50 Barcelona.
Reservas: 93.414.57.69