¿Sabías que... la Organización Europea de Moda Sostenible MADE BY agrupa en
categorías de la A a la E los tejidos más sostenibles y ecológicos, dando a
aquellos tejidos que producen un menor impacto ambiental la categoría A,
mientras que los menos ecológicos se encuentran en la letra E?
En esta clasificación se ha tenido en cuenta el
impacto ambiental de cada una de las fibras, por eso algunas de ellas,
siendo sintéticas, se encuentran en lo más alto del ranking, mientras que
algunas fibras naturales están en puestos más bajos por necesitar de muchos
recursos para su producción.
Algodón orgánico, cáñamo, bambú, soja, maíz, conchas marinas, algas; en la actualidad, prácticamente cualquier material puede usarse para fabricar tejidos, pero no todos los tejidos catalogados como ecológicos tienen las mismas propiedades.
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En la Categoría A, se han incluido fibras
naturales como el cáñamo orgánico, el lino orgánico, el algodón reciclado o la seda pacífica (obtenida tras dejar eclosionar el capullo y dejar salir la
mariposa). Por otra parte tenemos fibras sintéticas como el nailon 6 reciclado
o el poliéster reciclado que a pesar de no estar elaboradas con materiales
naturales, son más sostenibles que muchas de ellas.
En la Categoría B se encuentra
el algodón orgánico y el lyocell, tejido elaborado a partir de celulosa normalmente obtenido de la haya, aunque también puede ser de otros árboles y
en cuyo proceso de fabricación intervienen disolventes orgánicos.
En la Categoría C nos encontramos con el cáñamo y el lino no orgánicos y la seda normal. Cuando la seda se extrae de gusanos sin matarlos, se denomina seda de "paz" y el resultado es magnífico y ecológico.
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Ya al final de la tabla, bajo las Categorías D
y E nos podemos encontrar con el algodón no orgánico, el rayón y todas las
demás fibras sintéticas como el poliéster o el nailon.
Hemos descubierto a una diseñadora textil llamada Claire-Anne O’brien que ha diseñado, entre otros objetos, una colección de taburetes con estructura de madera y asiento tejido con lana. Nos cuesta
imaginarnos a la diseñadora con dos agujas gigantes y un ovillo enorme de lana
tejiendo. En realidad, la lana se teje con una
combinación de trabajo manual y de máquina, pero es más divertido imaginarlo de la otra manera.
Los materiales son 100 % sostenibles, la producción
respeta al medio ambiente y ésto añade un valor ecológico a sus diseños.
Como veis, Ecológico y Biológico no coincide en muchos
casos. Que sea bueno para ti no significa que sea bueno para el medio ambiente.
Pero seguimos indagando y nos encontramos con el fascinante mundo de la Biocouture.
Para establecer una definición superficial podemos decir que es la originalidad
de aunar moda, ciencia y bacterias. Con ingredientes como: Solución azucarada de té verde, celulosa bacteriana y
levadura.
Se trata de una alternativa a la explotación de plantas naturales o petroquímicas. Las bacterias se alimentan del azúcar produciendo hilos muy finos de celulosa que empiezan a fijarse unos con otros en un proceso de fermentación, dando lugar a una capa densa que puede ser cosechada y secada. Hasta el momento una de las formas es sumergirla en agua para que se ablande y pueda ser moldeada, una especie de puzzle en tres dimensiones, que tras su secado y proceso de diseño, como cualquier otra prenda, cortar y coser, obtenemos un resultado de lo más sorprendente.