Nada sienta mejor que un buen entrante como una sopa, un caldo o una crema pero, sí además, resaltamos su presentación en bonitos platos, cuencos, vasos o tazas y la adornamos, resultará mucho más apetitosa, especialmente cuando se sirve de entrada.
Hay que cuidar el detalle a la hora de adornarla, puede ser con los mismos ingredientes que se compone, partidos en diferentes tamaños y formas o rallados.
Y en la presentación, la forma del plato nos va a decir mucho con respecto a lo que sirvamos en el interior.
El clásico plato hondo XL, nos permite adornarlo con el ingrediente base en el centro, en este caso un carabinero.
Sí el plato es más pequeño, le damos más importancia al montaje. En esta presentación en vertical, con un cono de pan tostado en cilindro relleno.
Un hondo irregular para una crema más sofisticada, el adorno se pone a un lado como veréis, la crema es de mejillones.
La clásica sopa juliana en el plato hondo normal.
Los cuencos nos dan mucho más juego y opciones.
Cuenco con forma exagonal.
Una vez que la sopa está
lista, volcarla en un recipiente apto para horno, como esta sopa de cebolla gratinada.
Cuenco con plato a modo individual.
Presentación con hierbas, picatostes y en el plato una ramita de romero, nos quedará bonito y dará aroma.
Usar dos cuencos de cristal para cremas frías, en el grande se pone hielo, encima el pequeño con la crema.
Pan con un poco de aceite colocado en el plato, acompaña a este caldo.
El borde del cuenco se puede adornar con masa de hojaldre, cuando esté lista se echa la sopa caliente.
En plan rústico, una hoja de lechuga o de acelga como base del plato.
Las tradicionales tazas de consomé con dos asas.
Una taza con un asa adornada con una hojita de perejil y un ramillete de flores al borde del plato.
Guarniciones con palillos de brochetas cruzando la taza.
Lo más moderno, todo en uno, sopa y guarnición al lado.
Una forma original de servir cremas en panes, para ello, con la ayuda de un cuchillo cortamos la parte de arriba del pan y lo vaciamos de toda su miga.
Los vasos de cristal es una forma muy actual de servir en pequeñas dosis, ideales para bufet sobre todo sí son sopas frías.
En esta presentación se han utilizado spaghetti negros con espirulina y al cocerlos se han quedado verdosos, creando la impresión de que hay "algo" en la sopa.