La primavera y el verano son épocas de celebraciones y grandes momentos y siempre nos surge la misma duda: ¿Qué me pongo? Por el día, lo ideal es llevar vestidos cortos, trajes de dos piezas y tejidos mate. Es bastante recomendable llevar medias de verano y bolso pequeño o clutch.
Precios accesibles en H&M, sencillos y minimalistas.
Hombros al aire, románticos y femeninos.
Sencilla y elegante con guantes largos, nos encantan, sobre todo para las bodas por las mañanas.
Sofisticada y chic.
El combo perfecto.
Rosa y Negro.
Blanco y negro, todo un clásico.
Más juvenil.
El color verde siempre tan favorecedor.
Sí nos animamos con pantalones, tipo mono, todo de una pieza y que sea de una tela muy
vaporosa, fresca y un poco holgada.
Dentro de los tonos cálidos, ahora se llevan mucho los
nude, los colores maquillaje, tonos muy pálidos.
Para la tarde noche preferimos los encajes.
No debemos desterrar el color negro, en cambio, debemos huir del blanco sin combinar.
Para el cóctel.
Sí se trata de una ceremonia religiosa has de tener en
cuenta que los hombros o escotes deben estar cubiertos mientras estés dentro de
la iglesia. Un chal, pashmina, chaqueta o levita serán tus mejores aliados sí se trata de
una boda de primavera o verano.
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El vestido es una
apuesta segura por su corte Imperio y el vestido corto con
el abriguito en el mismo estampado… ¡el acierto está asegurado!
El vestido Gastby, sencillo y discreto pero con lo necesario para ir sencillamente perfecta.
En Madrid son muchos los diseñadores que cuentan
con espacios íntimos y relajados en los que hacer realidad el vestido
de tus sueños: Juanjo
Oliva, Jorge Acuña o Nacho Aguayo son
algunos de ellos. En la Ciudad Condal, visita obligada es el atelier de Teresa Helbig.
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Esta página web ofrece vestidos especiales en
cualquier época del año.
Para bolsillos más caprichosos, Elie Saab con sofisticados vestidos de fiesta, llenos de detalles,
encajes, apliques, flores en 3D y estampadas, vaporosas faldas, escotes en espalda y vestidos con amplios volúmenes desde la cadera.
Sí el presupuesto es limitado, alquilar vestidos permite presumir de diseños que quizás nunca podrías comprar y disfrutar de ellos sólo el día que los necesitas.
Entre las favoritas se encuentran:
Un adorno imprescindible, una cinta de raso.
