El enigmático grafitero británico Banksy ha vuelto a sorprender con su última obra en el norte de Londres,
en la que parece arremeter contra el jubileo de diamantes de la reina
Isabel II y los Juegos Olímpicos que se celebrarán pronto en ésta
ciudad.
El grafiti, pintado en la pared de un bazar, representa a un niño de
origen asiático, sin zapatos y con ropa desgastada, trabajando ante una
máquina de coser en la confección de una decena de banderas del Reino
Unido, que estos días decoran las calles londinenses con motivo de los
sesenta años en el trono -jubileo de diamantes- de Isabel II.
Como es habitual en las obras de Banksy, los debates sobre su
significado también se extendieron ayer entre los curiosos que se
acercaron a ver el grafiti, ya protegido por un cristal y del que gran
parte de las banderas han sido retiradas.
El misterio que envuelve la figura de Banksy, así como el contundente
mensaje de sus grafitis, lo han convertido en un icono anticapitalista, a
pesar de que sus obras se encuentran en todas las tiendas de
"souvenirs" de Londres.