En París la gente de moda adonde quiere ir ahora es al Club Silencio, la nueva sala de
culto que se abrió hace unos meses de la mano del director de cine David Lynch, aunque no es su propietario.
El problema es que no todo el mundo puede acceder a ella, lo que la convierte
en un espacio más codiciado sí cabe.
En la pista con forma de pequeño teatro bailas desde bandas sonoras a lo último del momento. La barra sirve cócteles con un esmerado y cuidado servicio, propio de uno de los mejores locales de París. Y las chicas parecen salidas de un casting ¿Se puede pedir más?
Sólo los miembros, que pagan una cuota anual de 780 € ó 65€ al mes, y sus invitados tiene
derecho a entrar antes de medianoche. A partir de esa hora sólo pasas sí estás en la codiciada lista de la puerta. Los socios disfrutan del espacio y además, pueden participar de las diversas actividades que organizan, desde
estrenos de películas, ciclos monográficos sobre artistas, eventos, desfiles de moda o conciertos
privados.
Está situado en los bajos del número 142 de la calle Montmartre, un espacio que
con anterioridad cobijó una imprenta.
En la decoración, el dorado es el protagonista absoluto que
juega con brillantes negros y rojos, creando una sensación similar a un cabaret.
En la pista con forma de pequeño teatro bailas desde bandas sonoras a lo último del momento. La barra sirve cócteles con un esmerado y cuidado servicio, propio de uno de los mejores locales de París. Y las chicas parecen salidas de un casting ¿Se puede pedir más?