RESTAURANTES DE MENOS DE 25€
6, Rue des Abbesses / 01 42 58 58 22 / Metro: Abesses
Para una comida rápida, es famoso
por sus ensaladas gigantes de la Gascoña, con patatas, huevo frito,
salsa... por unos 12€ el plato. Tienen servicio contínuo, es decir que no
cierran, lo que nos viene muy bien a los españoles que queremos comer a las 3. Está
situado, en Montmartre.
39 Rue de Bretagne / 01 42 72 28 12 / Metro: Filles du Calvaire o Temple
Es un mercado situado en un antiguo centro comercial con parte al aire libre, de 2000 m2, con varios puestos de comida y productos de la
tierra; además de poder hacer la compra, tienes restaurantes alrededor de los
puestos, donde sirven los productos que venden. El japonés por ejemplo es muy
recomendable, aunque también hay un italiano.
RESTAURANTES ENTRE 30€ Y 50€
66, quai de l'Hôtel de Ville / 01 42 72 29 42 / Metro: Pont Marie o
Hôtel de Ville.
4, rue de Navarin / 01 42 81 11 00 / Metro: Pigalle
En el barrio de moda donde están inaugurando muchos
comercios interesantes. Es realmente algo diferente. El
interiorismo, entre clásico-industrial-chic, es realmente acogedor. En la
planta de arriba hay un salón, estanterías con libros, un tocadiscos… y una
enorme barra. Apuesta por las
hamburguesas o las costillas.
Le Coupe-Chou
9-11, Rue de
Lanneau / 01 46336869
Uno de los restaurantes románticos del siglo pasado de París. Acogedor, escondido entre
pequeñas callejuelas del Barrio Latino, ofrece una fantástica comida
estilo brasserie que no deja indiferente, también puedes tomar té o café en su salón
ad-hoc. El restaurante se configura en una planta principal con distintas
estancias conectadas por pequeños pasillos.
RESTAURANTES DE MÁS DE 60€
Lilane
8 Rue Gracieuse 75005 Paris / 01 45 87 90 68 / Metro:
Censier Daubenton
Es un restaurante para ir cuando queremos celebrar algo y
comer bien. La cocina es tradicional, la carta no es muy amplia pero
absolutamente todo está buenísimo. Su chef es Stéphane Guilçou, antiguo
cocinero del restaurante de la Torre Eiffel. Proponen creaciones
culinarias como los ravioli de langostinos y espinacas o las aves con salsa de
mantequilla y hierbas. De postre, los soufflés son un acierto.
Es un restaurante pequeño e íntimo, donde no importa la
cantidad sino la calidad. Su cocinero acude cada mañana al mercado para comprar
los productos que utilizará para el menú
del día. Todos son siempre un acierto. Cuentan cada día con 3 entrantes, 3
platos y 3 postres. Un lugar para ir con tiempo, con amigos y pasar una noche
tranquila.
Le Georges
19 Rue Beaubourg / 01 44 78 47 99 / Metro: Rambuteau
19 Rue Beaubourg / 01 44 78 47 99 / Metro: Rambuteau
Es el restaurante del Museo Pompidou, y está situado en la
última planta. Las vistas son fantásticas, pero hay que asegurarse que
nos pongan una mesa cerca de la ventana, todo es de diseño y muy moderno: las
sillas, los platos, la decoración… ¡quizás hasta los camareros! Merece la
pena ir por ver un lugar fuera de lo común, aunque también se puede visitar sólo
la terraza.
Le grand Coulbert
Cerca de la Bourse, se trata de una brasserie típicamente francesa, con mesas de mármol, toda en madera. Es la que sale retratada en el final de la película “Cuando menos te lo esperas”. Para comer un buen foie, unos buenos entrantes, una buena carne y un buen postre.
Restaurante del Hotel Pershing Hall
Entre los Campos Elíseos, la Avenue Montaigne y la
Avenue Georges V. Lleno de detalles de lujo y elegancia, uno de los locales
más sofisticados y hasta cierto punto más “chic” de la capital. El hotel se
ubica en una de las tantas casas del S.XIX, en el interior denota la mano de Andree Putman, el
ingenioso arquitecto que dotó al Pershing Hotel de una mezcla de luces, colores
y juego de ambientes dispares que sorprende a cualquier visitante.
Tras
atravesar el pasillo de entrada se accede al patio central, lugar donde se
ubica la parte principal del restaurante. Con un enorme jardín vertical de
30 metros con numerosas especies de plantas selváticas, mezcla
colores rojos, verdes y dorados, combinados con un mobiliario
dispar de diseño desde mesas, sillas y vajilla. Una gran cristalera
lo abre al exterior, lo cual hace que durante el día, la sensación de luz sea
de lo más intensa. Incorpora zonas donde tomar un té o un café por
la tarde y un lounge-bar. Fusiona distintas cocinas del mundo, desde la
francesa a la nipona pasando por la italiana, entre otras.