Esta semana están de fiestas en Zaragoza por la Virgen del
Pilar, sí tienen pensado acercarse es quizá un buen
momento para hacer una pequeña escapada al Parque Natural del Monasterio de Piedra, un paraje único lleno de fantasía y magia con
bosques, lagos, grutas y cascadas que ha ido formando el río Piedra a su paso.
Para poder verlo con tranquilidad se necesitan unas tres horas.
Para llegar, sí vas desde Madrid está en la autovía A-2 en el km 204 y sí vas desde Zaragoza en el km 231, hasta que no llegas no alcanzas a imaginar lo que puede
albergar este extraordinario lugar.
El denso bosque guarda especies
arbóreas como chopos, fresnos, castaños de indias, entre otros muchos y diversidad de animales. Para no perderte, al
entrar en el parque te dan un planito con el que guiarte y saber dónde están
los principales puntos de interés.
Sí dicen que es el parque privado más visitado de Europa y que su visita es casi obligada al menos una vez en la vida, por algo será.
Impresionantes vistas desde el Mirador Cola de Caballo
Cola de Caballo es la celosa guardiana de la Gruta Iris, la joya de la corona del Parque Natural del Monasterio de Piedra, un lugar de indescriptible belleza lleno de magia.
La Gruta Iris se puede ir remontando por un acantilado que permite disfrutar de unas vistas increíbles, con caminos excavados en la roca nos guía entre la oscuridad y la humedad hasta llegar abajo donde una gran gruta se abre ante nosotros.
Cola de Caballo es la celosa guardiana de la Gruta Iris, la joya de la corona del Parque Natural del Monasterio de Piedra, un lugar de indescriptible belleza lleno de magia.
La Gruta Iris se puede ir remontando por un acantilado que permite disfrutar de unas vistas increíbles, con caminos excavados en la roca nos guía entre la oscuridad y la humedad hasta llegar abajo donde una gran gruta se abre ante nosotros.
El parque tiene un recorrido circular que sigue todo el valle, caminos entre la vegetación, miradores con espectaculares vistas, pequeños puentes cruzando los juegos de agua, cascadas que nos van sorprendiendo por nuestro recorrido.
Los vadillos
Los caminos están perfectamente señalizados y el recorrido se hace cómodamente por ellos, incluso nos encontramos pendientes con escaleras.
Cascada Trinidad
Siente el susurro del agua que lleva muchísimos años labrando incansablemente este fascinante lugar.
Baño de Diana y Cascada La Caprichosa detrás.
El Lago
del Espejo ocupa una amplia zona entre la pared del valle y la Peña del Diablo.
En el recorrido también se puede visitar el Centro de
Piscicultura en el que se pueden ver sobre todo truchas comunes, aunque también
hay tencas y cangrejos ibéricos.
Fachada antigua del Monasterio de Piedra
El Monasterio de Piedra, declarado Monumento Nacional, era una fortaleza de defensa contra los musulmanes llamada Piedra Vieja, en tiempos de la Reconquista (1194) Alfonso II de Aragón cedió el castillo y todas las tierras que lo rodeaban a la Orden del Cister para que construyeran un monasterio.
Los monjes tardaron 23 años en construirlo (1195-1218). De estilo románico tardío, combina diferentes estilos arquitectónicos como gótico cisterciense, mudéjar, románico, renacentista y barroco.
Aunque hay partes derruidas, aún se puede visitar el claustro, la
sala capitular, la cocina, la bodega y granero, el comedor, el altar y la
iglesia.
La sala capitular es uno de los lugares más
importantes en un monasterio Cisterciense, es la sala de reuniones.
Se realizaba la confesión pública de las culpas. El monje que había
cometido alguna falta debía colocarse en el centro de los cuatro pilares y confesar
públicamente sus faltas. Eran los monjes más ancianos y el Abad los encargados
de imponer el "castigo moral" nunca "castigos físicos", se le retiraba la palabra, se le recluía en una celda, se
le apartaba de la oración y comida en común, etc... y además era obligación
denunciar a aquéllos hermanos que no hubiesen confesado sus faltas en público.
Ruinas del interior de la iglesia
Otra parte importante del monasterio es la iglesia, sólo reservada a los monjes, novicios, conversos y otros encargados
de realizar tareas. La iglesia no tiene bóveda, ésta se derrumbó al quedarse el
Monasterio abandonado definitivamente después de la Desamortización de 1835. En la cripta reposan en tumbas los restos de 48 monjes.
Desde 1840 pasó es una propiedad privada.
Ruinas de la bóveda de la iglesia
La visita es guiada y está incluida en el precio de la
entrada. En la bodega se encuentra el Museo del Vino de la Denominación de
Origen de Calatayud, en el que se puede conocer cómo se elaboran los caldos con
D.O. de esta zona.
También en el Monasterio hay una exposición sobre la
historia del chocolate y es porque su cocina es el primer lugar de España
y de Europa donde se cocinó chocolate. Y es que un monje cisterciense que viajó
con Hernán Cortés a América en 1535 trajo unos sacos de cacao que le regaló al Abad del
monasterio.
La entrada incluye la visita del parque, el monasterio y el espectáculo de aves
rapaces (desde primavera hasta el 14 de octubre) cuesta 15€ para adultos y 11€ para niños de 4 a
12 años y jubilados. Se puede comprar en la web del Monasterio http://www.monasteriopiedra.com
De noviembre a marzo, está abierto de 9.00 a 18.00 horas, mientras que de abril
a octubre abre sus puertas de 9.00 a 20.00 horas.
También podemos quedarnos a dormir sí estamos muy cansados, ya que una parte del monasterio ha sido restaurada como hotel con encanto. La elegancia de la arquitectura antigua original armoniza con todas las comodidades de hoy, hacen la estancia inolvidable.
Dispone de un spa con más de 500 m2, un espacio lúdico termal y de belleza.
El hall, una de las zonas más bonitas, está coronado con un reloj al fondo. Por la escalera se sube a las habitaciones, el camino te obliga a imaginar la
vida de los monjes caminando por esos interminables pasillos.
La austeridad se palpa en
la decoración. Al fin y al cabo, es un monasterio y cualquier intento de poner
elementos decorativos de otra naturaleza hubiera desentonado. Nos trasmite tranquilidad, sosiego y paz. Cada salón tiene algo de especial y las entradas a algunas
zonas comunes tienen interesantes elementos decorativos.
Las habitaciones son sencillas, también hay cuádruples por sí vais con niños. Disponen de balcón en el que es muy gratificante asomarse y disfrutar del parque.
Cualquier destino combinado con naturaleza es una buena opción de viaje y este lugar, además, posee magia, embrujo, fantasía y una belleza tan indescriptible e irreal que te hará volver y volver para disfrutar del juego y del susurro del agua.
Dirección: Monasterio de Piedra, S/N, 50210 Nuévalos. Zaragoza.