Hemos podido comprobar que cada vez se hace más difícil intentar buscar y realizar ideas nuevas en centros pero, agudizando el ingenio, el proyecto DIY que os proponemos es genial. ¿Cómo
convertir una bolsa en un sencillo jarrón? Coged una bolsa de papel kraft e improvisad.
Los pasos son así de sencillos:
Los pasos son así de sencillos:
Ponemos el ramo dentro de la bolsa, doblamos los laterales hacia atrás,
atamos fuerte con un trocito de cuerda para sujetar y la tapamos con una cinta para decorar.
Y sí no tenéis bolsas de este tipo, siempre podéis utilizar las de las tiendas, hay algunas que son preciosas.
Sí tenéis un florero deslucido o mucho peor, no lo tenemos; pon
tus flores en un vaso o una jarra y para disimularlo aprovecharemos esta idea, metiéndolo dentro de una bolsa de papel.
Puedes arrugarla para que tenga un aspecto más ajado y
casual, puedes mantenerla completamente lisa, añadirle un lazo como puedes ver
en la foto, teñirla con tintes vegetales, pintarla o hacerle la decoración
que quieras, que salga vuestra creatividad.
Dentro de bolsas para bocadillos ponemos tierra hasta casi llenarlas. Introduciremos una flor en cada una de las bolsas a las que previamente les
habremos colocado un lazo a tono con la flor que vayamos a utilizar. Sí lo
deseáis podéis escribir algo. Así de simple y bonito.
El siguiente diseño es de
Toscana y están elaboradas con un material que visualmente se asemeja al papel
y que al tacto es parecido a la piel. Cuentan en la web de Uashmama que al
principio se pensó el material para transportar el pan, pero que luego se lo
pensaron mejor y lo propusieron para hacer todo tipo de recipientes como las
citadas macetas, lo que importa es que como idea es genial.
Son una solución fantástica para la decoración de una mesa de
comedor, mesa de centro y como regalo.