Para esos días que tenemos prisa e invitados a
comer y queremos hacer un centro de
mesa sin complicarnos mucho.
Pues con
varios recipientes de vidrio, de esos que se venden en las tiendas chinas o en
Ikea, los rellenamos con sal común o gorda
(imitando la nieve), colocamos unas ramitas sin hojas de cualquier arbusto que tengáis a
mano y le dará un toque original.