Hemos crecido leyendo libros
donde la rana ocupaba un lugar especial, era como un mito.
Las metamorfosis son comunes en muchos cuentos, representan el cambio que daba la rana, por su apariencia viscosa y repulsiva, la que tienen muchos príncipes y princesas y que bajo la forma de ellas buscan liberarse del hechizo a través del beso del verdadero amor.
Con este título del libro, que dura en tus
manos menos que un suspiro, Las ranas también
se enamoran, Megan Maxwell nos cuenta una historia de amor bastante sencilla y a veces
previsible, pero divertida, amena, y fácil
de identificarse con los personajes y
sus vivencias.
La protagonista es Marta, una joven madre soltera que trabaja en un
taller de moda flamenca, hace un poco de todo. Tan pronto soluciona temas de banco como diseña
y cose el mejor vestido de flamenca. La vida de Marta, y su entorno, da un giro
de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez, un empresario
inglés, serio a la par que sexy, se cruza en su camino. ¿Qué será Philip, una
rana o un sapo?
Lo dejo ahí, porque la gracia es
leerlo y disfrutarlo, Tiene escenas de sexo subiditas de tono, pero las
resuelve con mucha naturalidad la autora.
Os lo recomiendo para pasar un buen rato.