Es probable que
tengas varios botes de pintura a punto de vaciarse, cada vez
somos más los que pintamos nuestra propia casa por dentro, cuando hay que
ahorrar; rodillo en mano, el que más y el que menos, hace sus pinitos cómo
pintor de brocha gorda.
La idea es sencilla, sólo hay que pegar los botes en la pared, tantos como queramos en función del espacio que tengamos disponible, configurando así un original perchero y muy funcional. En ellos podemos colgar, guardar desde guantes, hasta gafas de
sol, y en general todo lo que se nos ocurra, algo muy práctico, podemos
destinar incluso un bote al correo.
No me acuerdo en que blog de manualidades vi la manera de poder aprovecharlos y hacer unos colgadores.
La cuestión es
qué hacer después con esos botes de pintura vacíos, es evidente que no hay por
qué tirarlos, los botes siempre se pueden reutilizar de mil y
una maneras, pero ésta es una de las más originales que he visto, consiste en
utilizar los botes como colgadores multifunción, ya que
en ellos no sólo podemos colgar ropa, bolsos o complementos, sino también
guardar pequeños objetos en el interior.
La idea es sencilla, sólo hay que pegar los botes en la pared, tantos como queramos en función del espacio que tengamos disponible, configurando así un original perchero y muy funcional.
Y con la brocha
convertimos la parte de pelo dándole forma de gancho para poder colgar. Lo
de convertirlas no tiene mucho mérito, a todos nos ha sucedido alguna vez sin
querer cuando nos hemos olvidado de lavarlas, le damos un poco de forma y se nos
secan. Otra forma es introducirlas en barniz o en cola transparente y dejarlas secar de manera que tomen la forma de gancho.
El resultado es
un conjunto de colgadores muy original, perfecto para
decorar la pared de entrada de la casa de un pintor o de una tienda
de pinturas, ahí dejaría a muchos de los clientes sorprendidos con total
seguridad.